El hombre notó el sistema prehistórico de “protoescritura” que rastreaba los ciclos de vida de los animales mientras revisaba imágenes en la Biblioteca Británica de estas pinturas rupestres.
Como los primeros ejemplos de arte figurativo sobreviviente, las pinturas rupestres han sido una fuente de fascinación constante por las pistas que podrían proporcionar sobre civilizaciones perdidas hace mucho tiempo. Pero la última revelación sobre los cazadores-recolectores de la Edad de Hielo no fue hecha por científicos, sino por el conservador de muebles con sede en Londres, Ben Bacon.
En su tiempo libre, el arqueólogo aficionado examinaba imágenes de pinturas rupestres que representaban renos, ganado, bisontes y peces y se quedó perplejo ante la presencia de puntos aparentemente aleatorios y otras marcas que insinuaban un significado más profundo e indescifrable. Destacaba un símbolo en forma de “Y”. Bacon comenzó a sospechar que podría referirse a un nacimiento: una línea que se divide en dos.
”Utilizando información y material de apoyo de las imágenes rupestres que estaban disponibles en la biblioteca británica y también en internet, aglomere una gran cantidad de información y datos, donde empecé a buscar patrones que se repetían”, indicó al medio informativo BBC.
También lo describió como una experiencia “surrealista” para “descubrir lentamente lo que decía la gente hace 20.000 años, pero las horas de arduo trabajo sin duda valieron la pena”.
Para ayudar a descifrar el código, Bacon reclutó la experiencia de dos profesores de la Universidad de Durham, Paul Pettit y Robert Kentridge, y otro, Tony Freeth, del University College London. Un nuevo artículo en el Cambridge Archaeological Journal resumió los hallazgos del equipo, argumentando que estas marcas podrían equivaler a un calendario lunar prehistórico que probablemente se usó para rastrear los ciclos de reproducción de los animales salvajes.
Quizás lo más notable es que esté sofisticado sistema de “protoescritura” es anterior a cualquier otro que se cree que existió en el período Neolítico del Cercano Oriente por al menos 10,000 años
”Los resultados indican que los cazadores y recolectores de esta edad, fueron la primera civilización, por así decirlo en utilizar un sistema de calendario y marcas de igual manera para registrar una información sobre los principales eventos sucedidos dentro del mismo calendario”, indicó Pettit.
Kentridge agregó: “Las implicaciones son que los cazadores-recolectores de la Edad del Hielo no vivían simplemente en su presente, sino que registraban recuerdos del momento en que ocurrieron eventos pasados y los usaban para anticipar cuándo ocurrirían eventos similares en el futuro, una habilidad que los investigadores de la memoria llaman viaje mental en el tiempo”.
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