Lima – Se ha decretado un estado de emergencia en Lima, Cusco y Puno, que se estará extendiendo por 30 días. Esto les permitirá a las fuerzas del orden, mantener el control de la región, considerando que ya son 42 personas las que fallecieron en cinco semanas de protestas que exigen por la renuncia de la presidenta Dina Boluarte.
La medida para responder al estado de emergencia, que entra en vigencia hoy, 15 de enero, pretende que “la Policía Nacional del Perú realice operaciones para mantener el orden interno con el apoyo de las fuerzas armadas”, según la orden publicada en el diario oficial cerca de la medianoche del sábado.
Además, suspende los derechos constitucionales a la inviolabilidad de la residencia, así como la libertad de tránsito, reunión, libertad y seguridad personales.
Informes de movilizaciones mantienen a las autoridades en alerta durante el estado de emergencia
La decisión del gobierno se produce en medio de informes de movilizaciones desde el sur de Perú hacia la capital peruana desde el lunes, en lo que las autoridades describen como una “rebelión en Lima” destinada a desestabilizar a Boluarte.
Los motivos para el estado de emergencia en Perú se remontan desde el sábado, cuando los manifestantes bloquearon más de 100 tramos de carretera cuando el aeropuerto de Cusco reabrió un día después de que la presidenta Dina Boluarte confirmara que no renunciaría.
Los líderes civiles y los grupos de derechos humanos dicen que las regiones del sur de los Andes, las más marginadas de Perú, están atrapadas por disturbios sociales en curso que han matado al menos a 42 personas desde principios de diciembre.
“Hay sectores extremos que están tratando de crear desorden y caos que tienen intereses inferiores (…)”, dijo Boluarte el viernes por la noche mientras aumentaba la presión política por su renuncia.