Brasil – Un grupo de activistas se reunió el pasado martes 6 de diciembre frente a la sede del Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil, solicitando la culminación del denominado presupuesto secreto, que es un mecanismo usado para la distribución de recursos públicos decidido por los parlamentarios, dicho mecanismo es cuestionado fuertemente por su falta de transparencia.
El mecanismo, creado por el Parlamento a mediados del 2020, permite que los diputados y senadores decidan la inversión de fondos públicos de manera anónima. Presupuesto que fue usado por el actual presidente y líder ultraderechista Jair Bolsonaro, para ganar aliados en el Congreso.
Miembros de organizaciones de sociedad civil y activistas de Rio de Paz y Nossa, se dispusieron en la plaza de los Tres Poderes de Brasilia, frente a la sede del Supremo, con una pancarta gigante en donde se podía leer «El presupuesto secreto es corrupción. ¡STF, haga su parte!» a este mensaje se le complemento una caja negra envuelta en una cadena y con un candado. Este inmenso baúl que contenía más de 200.000 firmas pidiendo cancelar el presupuesto secreto, simbolizaba la falta de transparencia en el manejo del dinero público.
Protestas piden inhabilitar el presupuesto secreto de Brasil
La protesta frente al Supremo dio inicio un día antes de que la Corte comenzara un juicio en el que se estaría analizando si es legal el mecanismo de presupuesto secreto, oficialmente llamado enmiendas de relator, esto consiste en enmiendas a la ley de presupuesto, presentadas por autores de proyectos, cuyos nombres no se dan a conocer.
Algunos manifestantes comentaban que el presupuesto secreto es uno de los mayores esquemas de corrupción en el país, y se cree que desde el año 2020, cuando se aprobó, se han ido más de 50.000 millones de reales de fondos nacionales, para diputados y senadores que lo gastan a su gusto sin transparencia ni control.
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«Trata de un mecanismo de corrupción legalizado, en donde el Gobierno compra el apoyo del congreso con la entrega de cheques en blanco, cuyos fondos salen del presupuesto federal» según la opinión de la ONG. El resultado de estos negocios son casos escandalosos de desvíos de dinero, como la compra de tractores por un precio muy superior al precio de mercado o casos como que en un municipio de 40.000 habitantes se hayan realizado más de 540.000 extracciones dentales en el trascurso de un año, como lo denunció la revista Piauí en julio del año 2022.
Anterior a la existencia de presupuesto secreto la mayoría de los recursos controlados por el Congreso eran distribuidos entre los parlamentarios de forma proporcional, mediante un proceso en el que se sabía cual era el diputado o senador que utilizaba los fondos y con qué fin.