Teniendo en cuenta la alta tecnología que existe actualmente en seguridad, se creería que el robo a una joyería no es algo que pasaría fácilmente, pero esto sigue ocurriendo, siendo el último caso relevante ocurrió hace un par de días.
Un par de ladrones ingresaron a la tienda de joyas llamada Diamond Collect, ubicado en 39th Av., calle cercana al Prince St. en Flushing.
Todo ocurrió alrededor de las 2:30 p.m., siendo que en los hechos terminó herido un trabajador de la joyería de 79 años, ya que fue golpeado en la cabeza con la pistola que llevaban los ladrones, además, cuando cayó al piso, fue igualmente pateado.
¿Cuánto se llevaron en joyas?
Los ladrones encargados del robo a una joyería en Queens, rompieron el vidrio para hacerse con las diferentes joyas que encontraban a su paso.
En total, se estima que se llevaron unos 500.000 dólares en joyas, una cantidad significativa, seguramente, para nada despreciable para ellos.
Cuando estos huyeron se procedió llevar a la víctima que había sufrido heridas al New York Presbyterian Queens, aunque afortunadamente, en condiciones estables.
El robo a una joyería, sobre todo teniendo en cuenta la cantidad que robaron, no es algo que la policía NYPD toma a la ligera, por ello los ladrones están siendo buscados, siendo que posiblemente tengan información gracias a las imágenes de videovigilancia que lograron captarse.
Preocupación por el robo a una joyería
Después de lo ocurrido en cuanto al robo a una joyería, las tiendas cercanas a la misma tomarán precauciones, de hecho, Rudy Chen, trabajadora de un local cercano llamado Shi Seido, dijo que en el Año Nuevo chino hubo robos a una tienda cercana, la cual estaba cerrada, pero se accedió a ella rompiendo el vidrio, comentando al Daily News:
“La gente entró a robar cosas antes de que abriera la tienda. Si esto sigue pasando, también vamos a cerrar la puerta, porque aquí somos todas damas. Solo podemos cerrar la puerta.”
Es importante recordar que en los últimos meses, algunas áreas de New York han quedado vacías, y los establecimientos pretenden ser aprovechados para crear refugios, algo que Chen sabe, y que admitió la pone nerviosa, pues con más personas alrededor en estos sitios, puede aumentar la tasa de criminalidad indudablemente.
Otro administrador de una tienda cercana, Terecen Lye, quien se encarga de PappaRich, indicó que en el establecimiento se habían encargado de instalar alarmas de seguridad, pero que por fortuna, no han tenido que utilizarlas, aun así dijo:
“Por supuesto, lo tomaremos muy en serio y necesitamos ver cómo podemos proteger a nuestros clientes”
