A pesar de la amenaza “triplémica” que suponen la gripe estacional, el COVID-19 y el virus respiratorio sincitial, las autoridades sanitarias del estado de Nueva York confirmaron la muerte de cinco niños en los días previos a la Navidad y antes de que se instalara el frío polar (VRS).
Nueva York fue responsable del 13% de todas las muertes pediátricas relacionadas con la gripe la semana pasada.
Según el patrón, estas muertes por causas respiratorias no son todas las que se han producido esta temporada. Las únicas muertes relacionadas con la gripe que los departamentos de salud locales deben notificar a las autoridades nacionales son las que se producen en menores de 18 años.
Todas las muertes en niños causadas por virus respiratorios han sido confirmadas por los laboratorios estatales. Según informes no oficiales, tres personas fallecieron en la ciudad de Nueva York.
“Su fallecimiento me ha dejado el corazón roto, como padre y como residente de Nueva York. Las familias de estos jóvenes están de luto junto con toda la comunidad. La temporada de gripe llegó con fuerza y empezó pronto, “El Dr. Ashwin Vasan es el actual Comisionado de Salud de la ciudad de Nueva York (DOHMH).
Recientemente, portavoces de los CDC reconocieron que el número de pacientes hospitalizados debido a la gripe se encuentra en el nivel más alto de los últimos 10 años.
El número de muertes pediátricas en Nueva York para este año ya ha superado a las de 2021 y 2022
Este año, el virus respiratorio sincitial (VRS), la gripe y el COVID-19 presentan síntomas similares, como tos, congestión, fiebre y dolores corporales. Los pacientes con gripe que experimentan vómitos y diarrea podrían deshidratarse, según los pediatras.
“No nos resulta imposible protegernos a nosotros mismos y a los demás. Las mascarillas pueden reducir la propagación de los virus respiratorios en lugares públicos cerrados. La vacunación contra la gripe disminuye el riesgo de hospitalización y muerte. La autodefensa ayuda a los demás. Trabajar siempre como una unidad”, añadió Vasan.
Los funcionarios encargados de la salud pública dirigen ahora su atención a las fiestas de fin de año en previsión de los efectos que puedan tener las grandes reuniones familiares y las temperaturas gélidas.
La Dra. Mary Bassett, comisaria de salud del estado, ha declarado que “se trata de cosas fáciles”, como asegurarse de que no se saltan las vacunas, para salvaguardar a las familias y las comunidades durante el invierno.
La temporada de gripe invernal de este año empezó mucho antes de lo habitual, en la primera semana de noviembre. COVID-19 y RSV han añadido otra capa de complejidad.